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Informe del ICEX sobre el mercado mexicano y las posibilidades para el jamón y los embutidos curados españoles



El ICEX acaba de dar a conocer un informe elaborado por la Oficina Comercial de la Embajada Española en México D.F: en el que se informa del incremento del interés en este país por el jamón y los embutidos curados españoles con una subida de las exportaciones a este país.

En efecto, las exportaciones españolas de jamón curado han encontrado en México un mercado potencial en desarrollo y en constante crecimiento. En 2018, España exportó a México jamones y paletas curadas (de serrano e ibérico) por valor de 15 millones de euros, lo que supuso un 8% más que el año anterior. La producción local de jamón serrano y de embutidos curados es muy pequeña, por lo que la mayoría del producto es importado.

España es, y ha sido en los últimos años, el primer suministrador de jamones, paletas y sus trozos sin deshuesar a México, abarcando el 97,86% del total de las importaciones del país en 2018. En lo que respecta a jamones y paletas deshuesados, fue el segundo suministrador de estos productos a México en 2018, ligeramente por detrás de EE. UU. Aun así, con una cuota en volumen del 46,36%, obtiene el 78,69% de los ingresos, ya que el precio medio del producto importado de España (11,81 USD/Kg) es significativamente superior al precio medio del producto procedente de EE. UU. (2,24 USD/Kg), fundamentalmente empresas italianas autoridazas por la FDA cuyos productos se reexportan a México.

En lo que respecta al consumo de embutidos de importación de alta gama, si bien es cierto que ha seguido aumentando en las grandes urbes y zonas turísticas, hay que destacar que el consumo del jamón cocido y los embutidos (no curados) locales sigue siendo muy superior. La salchicha ocupa el primer lugar en la lista de consumo de los embutidos en el país, seguida por el jamón cocido, el chorizo y la mortadela.

Los principales puntos de venta del jamón serrano, jamón ibérico y embutidos curados son los supermercados y autoservicios, el canal HORECA, las tiendas especializadas en productos gourmet, y las tiendas departamentales con su propia área dedicada a este tipo de productos.

La importación se lleva a cabo a través de importadores locales de productos gourmet y, generalmente, son los mismos importadores los que trabajan como representantes de las marcas españolas y los que negocian las ventas.

El consumidor de jamón y embutido español en México, por su alta calidad y precio, tiene un perfil socioeconómico medio-alto y alto. El producto se vende especialmente en Ciudad de México y en Cancún y la Riviera Maya; el resto se consume en grandes ciudades, como son Guadalajara, Monterrey, Puebla, y en la zona de El Bajío, aunque en cantidades menores que en la capital. Históricamente, el perfil del consumidor ha presentado alguna de las siguientes características:

  • Español afincado en México.
  • Mexicano con ascendencia española o con algún tipo de relación con España.
  • Personas acostumbradas a viajar y a las que les gusta probar comida de otros países.
  • Personas que, en un restaurante o acto social, lo prueban por curiosidad y, según los expertos, siempre repiten ya que la aceptación suele ser buena.
  • Turistas españoles y extranjeros.

Este perfil siempre va a existir y va a ser consumidor, pero ya no son características tan determinantes a la hora de determinar el perfil de consumo, sino que el público objetivo se ha ampliado y una parte de la población mexicana ya se incluye en el perfil de consumidor.

En lo que respecta a los precios, los productos importados de España son muy competitivos si se comparan con los nacionales. Se ha dado un gran cambio en los últimos años, ya que anteriormente el precio de los productos españoles normalmente estaba muy por encima del precio de los productos mexicanos, pero, actualmente, hay cierta equiparación de precios.

Los principales competidores para los jamones y embutidos curados españoles son los procedentes de Canadá e Italia, como el prosciutto y el jamón de Parma. También se consideran competencia directa los productos locales mexicanos, especialmente en autoservicios, ya que, además de ser similares en precio, utilizan una terminología y unos símbolos que recuerdan al producto procedente de España. Por ello, es recomendable que las empresas españolas presten especial atención al diseñar su imagen de marca, de modo que sus productos se diferencien claramente de los mexicanos. Una forma sencilla y efectiva es indicar visiblemente la denominación de origen o la procedencia del producto.

Por último, un aspecto importante que debe tenerse en cuenta a la hora de entrar en este mercado es que la legislación mexicana impone requisitos zoosanitarios muy estrictos. En primer lugar, México no reconoce el sistema de inspección veterinaria europeo en su conjunto, por lo que la introducción de productos curados requiere la inspección veterinaria previa de las plantas productoras por parte de inspectores mexicanos autorizados.

La UE está tratando de negociar un acuerdo para que las autoridades mexicanas reconozcan el sistema europeo, pero hasta que se alcance el acuerdo, la única solución para exportar a este mercado es recibir la visita de inspectores mexicanos que autoricen y homologuen la planta productora de la empresa interesada. Hasta el momento, hay un total de 278 plantas productoras autorizadas en España.

Pueden encontrar el informe completo en el siguiente enlace.

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