La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España, Anice, y el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid han celebrado una jornada sobre actualización tecnológica en torno a la Listeria monocytogenes en Madrid a la que asistió un numeroso público especializado en lo temas de seguridad alimentaria.

Tras la presentación del acto, que corrió a cargo de Ana Pérez, vicepresidenta del Colegio, y de Miguel Huerta, secretario general de Anice, llegó la intervención de Lucas Domínguez, director del grupo de investigación de Vigilancia Sanitaria del Centro Visavet de la Universidad Complutense de Madrid, que mostró el recorrido de las investigaciones en torno a Listeria desde que fuera descubierta en 1926. En este tiempo, la bacteria ha ido mutando y adaptándose a nuevos escenarios pero hoy en día tieene una mortalidad muy baja porque se ha aprendido a tratar a las personas afectadas. Domínguez llegó a plantear que se tratara de una listeriosis ya que muchos de los casos se llegan a producir por la contaminación durante el procesado de las materias primas y su posterior manipulación.

Sergio Martín, responsable técnico de Anice, dio la aproximación legislativa de la jornada decribiendo el contenido del Reglamento 20173/2005 sobre criterios microbiológicos y todo lo tocante a Listeria que es de relevancia en él.

A continuación se produjo una mesa en la que se analizaron las diversas tecnologías existentes hoy en día para prevenir la presencia de Listeria y de entre ellas destacaron la de Margarita Medina, catedrática de la Facultad de Veterinaria de la UCM, que mostró los resultados del proyecto Listeria 0 en el que se incluía un trabajo sobre eliminiación de Listeria con agua electrolizada neutralizada para su eliminación. Pedro Pozuelo, de Betelgeux, y Antonio Alberola, de Cleanity, mostraron las estrategias que sus empresas tienen a base de productos y servicios de limpieza y desinfección para eliminar los biofilms en los que muchas veces se esconden este tipo de bacterias.

Pablo González, del departamento técnico de Emcesa, explicó las medidas que en su empresa se toman para verificar la efectividad o letalidad de los tratamientos térmicos frente a Listeria.

Roberto Ortuño, de Ainia, explicó las herramientas que considera más eficaces para luchar contra esta bacteria y entre ellas estarían el diagnóstico de contaminación en planta, la limpieza de choque en las instalaciones, la revisión del diseño higiénico tanto de los equipos como de las instalaciones, la revisión de los procesos, la mejora de la composición y elaboración del producto y, por último, la revisión del plan de control.

Siguió una mesa para analizar los sistemas de autocontrol que se aplican en las industrias alimentarias frente a Listeria y de ella destacó la intervención de Domingo García, director de Calidad de Campofrío Food Group Europe, que señaló las estrategias desarrolladas por su compañía. Aseguró que aplican diversos sistemas de control que pasan por la clasificación de los procesos y de las zonas de trabajo según sus riesgos. Así la zona con más peligro de contaminación sería la de máquinas y superficies en contacto con los alimentos, cuchillos, guantes, mesas de trabajo, etc. En definitiva buscan posibles nichos de crecimiento en los que actuar.

Cerró el turno de intervenciones Miriam Sánchez de León, del bufete de abogados Sánchez de León, Melero & Blein, que explicó a los asistentes el tipo de responsabilidades legales a las que se enfrentan las empresas y los titulares de estas, además de los responsables de calidad, ante este tipo de problemas. Unas son de tipo penal y pueden suponer entre 1 y 4 años de cárcel y en cuanto a la responsabilidad civil, recomendó tener seguros de este tipo para poder cubrir el posible daño a la empresa.