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Anice muestra el compromiso que la industria cárnica española tiene con el medio ambiente

Anice ha emitido un comunicado con el que quiere mostrar el compromiso que la industria cárnica tiene con el medio ambiente y la sostenibildiad. Según asegura, "el impacto del cambio climático en nuestro planeta es una cuestión preocupante para todos los sectores económicos. Trabajar por disminuir las consecuencias medioambientales es una de las responsabilidades que tenemos en el sector cárnico".

Según Anice, "el sector cárnico es uno de los sectores que se encuentra habitualmente señalado. Sin embargo, la realidad es muy diferente". Así, en el último Inventario Nacional de Emisiones a la Atmósfera, publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica, el sector ganadero es el cuarto emisor de gases de efecto invernadero, representando solamente un 7,6% del total de las emisiones GEI de España a la atmósfera. Esta cifra representa tan solo el 0,6% de la Unión Europea.

De acuerdo con los datos del mismo inventario, por delante del sector ganadero se encuentran el sector del Transporte, con un 26% del total de las emisiones aportadas a la atmósfera, la Generación Eléctrica con un 20% y la Industria, como el sector automovilístico, textil o de telefonía móvil, con un 19%, porcentajes considerablemente superiores a las emisiones totales que genera el sector de la agricultura.

A nivel europeo, la Unión Europea de Ganadería y Comercio (UECBV) destaca que, según las estadísticas de la FAO, la fermentación entérica que proviene del sector ganadero de la Unión Europea ha reducido su impacto a la mitad durante el periodo 1990-2014. Por su parte, las estadísticas de la FAO señalan que ha habido una reducción del 51% en las emisiones del ganado en Europa.

El sector ganadero está comprometido y trabaja activamente, gracias a la investigación y la modernización de los procesos productivos, en reducir de manera significativa el impacto medioambiental. La preocupación por el cambio climático es una constante en el sector ganadero. Con el uso de las nuevas tecnologías, se han desarrollado nuevos sistemas de producción y nuevas técnicas con un menor impacto ambiental, que tienen el objetivo de conseguir una reducción progresiva de las emisiones de gases de efecto invernadero.

En este compromiso de la industria está, entre otras cosas, la reducción de un 15% la huella de carbono en el sector vacuno. Además, las industrias cárnicas han reducido la emisión de 48.810 toneladas de CO2 gracias al reciclado de sus envases en 2018.

Desde Anice se señala la clara apuesta del sector cánico por la investigación, desarrollo y aplicación de mejoras que permite reducir la emisión de gases de efecto invernadero ligadas a la producción de carne a través de nuevos proyectos que realizan diagnósticos ambientales que recogen datos sobre la actividad en instalaciones, calculan la cantidad de animales en el terreno, tienen en cuenta la superficie de las granjas, así como la superficie empleada para alimentar los animales, entre otros parámetros.

En definitiva, el sistema de producción cárnico, también con el apoyo de las Administraciones Públicas, busca soluciones para reducir su impacto medioambiental, desarrollando nuevas técnicas que permitan un nuevo modelo, más respetuoso con el clima, y que promueva un desarrollo sostenible y gestión eficiente de los recursos naturales para preservar la biodiversidad.

Desde la organización empresarial cárnica señalan también como el desperdicio de alimentos es una de las principales fuentes de emisiones de CO2. De hecho, la ONU estima que el 10% de las emisiones provenientes de la producción de alimentos corresponden a los productos que se desperdician.

Así, según el informe sobre el Desperdicio alimentario general en los hogares españoles 2018, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los hogares españoles desperdiciaron 1.339 millones de kilo/litros de alimentos en 2018, lo cual supuso un 8,9% más que el año anterior, 109 millones de kilo/litros más. Teniendo en cuenta los datos del Ministerio, los alimentos que más se desperdiciaron en los hogares fueron las frutas, hortalizas y verduras, que en su conjunto alcanzaron el 46% de productos sin utilizar.

Sin embargo, en el caso de la carne, el informe destacó que solamente se desperdició un 6,5% de los productos cárnicos. Una cifra positiva para la lucha contra el cambio climático, ya que, en comparación con otros alimentos, casi toda la carne que se compra en los hogares españoles se termina consumiendo.
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