Los datos del Ministerio de Agricultura indican que a lo largo de 2023, la producción cárnica española alcanzó las 7.436.517 t, lo que supuso una reducción del 2% sobre 2022. Con ello, fue el segundo año consecutivo de reducción tras la bajada del 1,7% de 2022 sobre 2021.

La explicación clara a esto hay que encontrarla en la bajada de todas las categorías a excepción de la carne de aves y, sobre todo a la reducción en la producción de carne de cerdo, que es la mayoritaria con un 65% sobre el total. Tras la fuerte expansión por la demanda china, desde 2021 se ha reducido en 328.200 t o un 6,3%.

Haciendo el análisis por especies, en vacuno la caída ha sido del 5,3%, volviendo a bajar después de dos años de crecimiento. Se quedó de nuevo por debajo de las 700.000 t (694.869 t), registrando niveles similares a antes de la pandemia. Cataluña y Castilla y León abarcan algo más de la tercera parte de la producción de este tipo de carne, siendo reseñable la bajada del 4,6% en Castilla y León. Les sigue en relevancia Galicia que se ha mantenido estable en cuanto a actividad a lo largo de 2023.

Ovino y caprino protagonizaron las reducciones más fuertes. La de ovino se acerca a las 100.000 t (106.166 t, -11,4%) y en el caso del caprino, bajó de las 10.000 t (9.442 t, -17,2% sobre 2023). Específicamente para el ovino, Castilla y León con 32.069 t encabeza la producción, pero ha bajado en un 16% sobre los datos de 2022. Le sigue en relevancia Castilla-La Mancha que ha subido en un 2,3% hasta las 15.332 t.

Para el porcino, como hemos mencionado, el comportamiento también fue negativo, bajando en un 3,5% y quedándose en 4,85 millones de t, cifra aún superior a la registrada antes del auge exportador a China. El comportamiento por CC.AA. nos muestra cómo Cataluña lidera la clasificación (1,94 millones de t), pero la ha reducido en un 3,6%, mientras que la siguiente en relevancia, Aragón, ha crecido en un 3,9% hasta situarse por encima del millon de t. Otras regiones como Castilla y León, Castilla-La Mancha o Región de Murcia han reducido sus producciones, destacando la bajada de casi un 10% en el caso de Murcia).

También bajaron la producción de carne de conejo, casi un 10% menos (36.957 t), y la de caballo que se mantuvo en 8.235 t (-1%).

Frente a todo lo anterior, el único crecimiento fue el de la categoría de carne de aves que subió un 5,2%. Su precio más barato frente a la inflación y cierta tendencia expansiva debido al ajuste de costes de producción y de la reducción de la inflación, provocaron que creciera hasta los 1,71 millones de t, en niveles por encima de la pandemia.