El gobierno del Reino Unido ha dicho a las autoridades sanitarias portuarias que no “activará” controles de salud y seguridad para las importaciones de la UE a medida al tiempo que comenzarán nuevos controles fronterizos a finales de abril.

Una presentación preparada por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) destacó el riesgo de "alteraciones significativas" si se implementaran las nuevas medidas, según el Financial Times. En ella se dejaba claro que los sistemas no estarían completamente listos a tiempo. El gobierno dijo que garantizaría que las tasas a pagar inicialmente por los controles "se estableciera en cero para todos los grupos de productos básicos".

Los controles fronterizos ya se han retrasado cinco veces por temor a que puedan causar perturbaciones y una mayor inflación.

Defra admitió ante las autoridades sanitarias portuarias que aún persisten "desafíos" en sus sistemas para registrar las importaciones de alimentos y productos animales. Estos desafíos podrían desencadenar niveles inmanejables de inspecciones, abrumando a los puertos.

No quedó claro durante cuánto tiempo se suspenderían los controles fronterizos, pero se indicaba que los sistemas se "activarían progresivamente" para diferentes grupos de productos.

Las organizaciones empresariales han pedido en repetidas ocasiones que la introducción de los nuevos controles fronterizos se retrase al menos hasta octubre. Y es que para entonces, el gobierno exigirá declaraciones de seguridad para las importaciones de riesgo medio y alto, al tiempo que introducirá una ventanilla comercial única, que, según el gobierno, reducirá la cantidad de formularios necesarios para los importadores.

Hasta el momento, los productos procedentes de Irlanda no requerirán controles físicos, pero el gobierno ha dicho que se introducirán en algún momento después del 31 de octubre de este año.