La Comisión Europea estima que el gasto público en el sector agrario debe ser mejor justificado y para ello debe ofrecer más: ya sea la mejora de la calidad de los alimentos, la conservación del medio ambiente, el bienestar de los animales, el paisaje y el patrimonio cultural, o la potenciación del equilibrio social y la equidad.nnPara ello, se propone la eliminación de la unión entre producción y ayudas directas, supeditando éstas al cumplimiento de ciertas normas medioambientales, de sanidad y bienestar animal y seguridad en el trabajo, incrementar los fondos para desarrollo rural, reduciendo las ayudas directas, salvo para los pequeños agricultores, implantar un nuevo sistema de auditorías.nnPara el sector del vacuno se propone una simplicación del sistema de ayudas para que el productor se vincule a la demanda y de una mayor calidad y salubirdad en sus productos. Se plantean subvenciones por explotación que estén separadas de la producción y se basen en referencias históricas y se condicionen a las exigencias medioambientales, de bienestar animal y calidad animal.nnEn el caso de la carne de vacuno, las ayudas ofrecidas hasta ahora no han desalentado la producción extensiva. Ahora, la Comisión propone eliminar los pagos por cabeza y sustituirlos por un sólo pago de apoyo a la renta por explotación. Así se rebajaría la presión para la práctica de una producción intensiva y se lograría equilibrar el mercado. Se pretende además reforzar las condiciones y controles para conceder subvenciones por exportación de animales vivos.