Jorge Capitanich, jefe de Gabinete del Gobierno de Argentina, ha manifestado que este organismo ha alcanzó un acuerdo durante este mes de febrero con la industria cárnica local que "impidió el incremento del precio de la carne". Sin embargo, ha reconocido que es un tema complejo y que el Gobierno argentino está trabajando para que “la cadena funcione armónicamente” y se incremente, así, la producción, mientras que los productores reciban la compensación que deben y los consumidores puedan contar con “precios accesibles” en las carnicerías.

Para Capitanich la demanda de carne en Argentina ha subido como consecuencia de los 6 millones de puestos de trabajo y la recuperación del poder adquisitivo del salario”. “La gente demanda más carne”, subrayó el jefe de Gabinete, quien precisó: “En la Argentina de 2002 era equivalente a 74 y 78 kg y ahora entre 115 y 120 kg”.

Apostó claramente por "crear un modelo que integre a las partes. Si no hay cooperación, al Estado no le queda más que intervenir y regular. Y nosotros vamos a proteger a los consumidores”, advirtió.

Dentro de la producción cárnica de este país, "históricamente el 80% se destinaba a consumo interno" pero que ahora ascendió al 93%. Añadió claramente que si se libera “plenamente” el nivel de exportaciones se aumentaría el precio al mercado interno.

Ante esta situación, el responsable argentino mostró medidas a tomar por el gobierno como el "incremento al engorde para que los animales más pesados sean destinados a la exportación, eso en el corto plazo; en el mediano y largo plazo un incremento de la cabaña ganadera y los mecanismos para sustitutos alimentarios (carne ovina, etc.)”. “La mejor solución es la que permita incentivos a la producción, compensación al productor, que la cadena funcione armónicamente para que el consumidor tenga accesos a precios de carne populares”, insistió.