Entre el 15 y el 28 de octubre pasados tuvo lugar una visita de inspección de la Oficina para los Alimentos y la Veterinaria de la Unión Europea (FVO) a Brasil con el objetivo de evaluar las operaciones de control que se realizan dentro de la cadena cárnica brasileña, en concreto en los establecimientos que exportan carne de vacuno hacia la Unión Europea. Recientemente ha sido publicado el informe sobre dicha visita de inspección.

La FVO verificó los avances alcanzados en materia de trazabilidad con la integración en una única aplicación on line para identificar los animales, su registro y movimientos.

Los establecimientos productores de carne cumplían con las normas requeridas por la Unión Europea a excepción de 3 de ellos en cuanto al descabezado de los animales, la labor de los esterilizadores en los de las plantas visitadas y el control de plagas en otro de ellos. Estas deficiencias, sin embargo, no habían sido tenidas en cuenta por parte de las autoridades.

Las actividades de control ante y post mortem se realizaban de acuerdo a lo exigido, al igual que el aturdido de los animales. Pese a esto, los controles microbiológicos no están aún con lo requerido dentro del Reglamento (CE) nº 2073/2005 sin que el sistema brasileño de control haya sido reconocido como equivalente al de la Unión Europea.

Se visitaron dos establecimientos que habían sido protagonistas de numerosas alertas RASFF con STEC en carne fresca deshuesada de vacuno enviada a la UE a lo largo de 2013. El informe destaca que la reacción a las alertas ha sido lenta y los establecimientos han tardado más de 2 meses en ser informados por parte de las autoridades brasileñas y mientras tanto los propios establecimientos empezaron a tomar medidas propias para corregir la situación.

Debido a los casos de STEC detectados las autoridades competentes han puesto en marcha un plan para reforzar los controles e identificar su presencia.