La consejera de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, Blanca Martínez, acompañada del director general de Ganadería, Santos Argüello, ha firmado dos convenios, relativos al testaje de sementales, que suponen un nuevo impulso en la mejora de las características genéticas de las razas Tudanca y Monchina, integradas ambas en el patrimonio ganadero de Cantabria.

La titular de Ganadería ha suscrito los convenios con veintidós ganaderos, once de ellos integrados en la Asociación de  Criadores de Ganado Tudanco y el resto en la Asociación de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Monchina. Cada propietario de ganado entregará un número de terneros no superior a cuatro, seleccionados por técnicos de la Consejería y de las respectivas asociaciones.

Los acuerdos firmados establecen que los animales previamente seleccionados se someterán a pruebas de crecimiento y calificación morfológica y los dos mejores, de cada una de las razas, serán adquiridos por la Consejería de Ganadería, que destinará un total de 4.400 euros a esta finalidad.

El resto de los animales con calificación positiva podrán ser utilizados en los rebaños de origen o ser vendidos para esta finalidad a otros ganaderos por sus propietarios.

Las actuaciones contempladas en los convenios se realizarán en la finca Torquilla, una pradera natural de 7 hectáreas, con cierre perimetral, propiedad del Gobierno de Cantabria, situada en la localidad de Hermosa (Medio Cudeyo), y se desarrollarán siguiendo los protocolos del "Bien hacer ganadero", respetando las normas sanitarias y de bienestar animal.

Los convenios suscritos, según la consejera de Ganadería Blanca Martínez, suponen una confirmación más de la "apuesta de este Gobierno por las razas cárnicas, las cuales desde el principio hemos considerado como un nicho de empleo y riqueza imprescindible de cara a apuntalar el desarrollo rural en la comunidad autónoma".

A su juicio, "el sector de la carne es un aliado excepcional para otro de nuestros sectores punteros, el lácteo, que lo llegó a pasar muy mal años atrás pero ha logrado estabilizarse en esta legislatura hasta el punto de que en 2013 batimos el récord de nuevas instalaciones".

Todo ello no hubiera sido posible, insistió Martínez, "sin el tesón de nuestros ganaderos ni el esfuerzo de todos los cántabros. Porque el Gobierno, pese a que todos conocen la reducción de ingresos de la Administración, decidió que el vacuno era un sector estratégico, y no sólo ha logrado mantener el nivel de ayudas para provocar la inversión privada, sino que lo ha aumentado".