El pasado 13 de junio se celebró en el Salón de Actos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura una jornada en la que se presentó la Unidad de Apoyo a la Exportación que ha puesto en marcha el Servicio de Innovación en Productos de Origen Animal (SIPA) de este centro universitario. Al acto asistieron más de 40 empresas interesada en estas actividades de análisis y certificación.

Entre los ponentes de la jornada destacó la intervención de Miguel Huerta, secretario general de Anice, que destacó la necesidad de diversificar las exportaciones fuera de la Unión Europea y esto puede ser un reto para la Unidad que se presentaba en este acto que puede ayudar a fortalecer la capacidad competitiva de las empresas. Afirmó como puntos necesarios de futuro para la mejora de las exportaciones la necesaria agilización de los procesos burocráticos que tienen que afrontar las empresas.

Siguiendo con este tema, Daniel de Miguel, director general de OECE, habló sobre las novedades legislativas que se esperan a corto plazo y que pasan por un nuevo real decreto sobre la gestión de las exportaciones cárnicas con el que se fortalecerán los controles veterinarios porque no son suficiente de cara a la exportación para terceros países con el que se eliminará la Lista Marco hasta ahora en vigor, pero de escasa eficiencia.

Julio Tapiador, responsable de Divisa Ibérica Plus, mostró algunas de las barreras que las empresas se encuentran a la hora de exportar. Muchas de ellas se deben a diferencias culturales pero en muchos de los casos se deben las características de los mercados y también a las exigencias legislativas que cada país impone. En el caso de los productos ya elaborados destacó la existencia de tratamientos postprocesado pero estos tienen que ser validados por centros especializados, tarea que puede ser realizada por la Unidad de Apoyo a la Exportación.

Francisco Pizarro, director de Desarrollo de Negocio de Fundecyt-PCTEx, destacó las ventajas que supone el aporte de inversión privada en I+D*i y cómo esto otra diversificar el esfuerzo industrial y dar mañor valor añadido a los productos, incrementar las ventas y el empleo.

El último en intervenir fue Jesús Ventanas, catedrático de la Facultad de Veterinaria y director del SIPA, que describió la labor de este servicio que cuenta con el apoyo de 19 empresas y 3 asociaciones sectoriales. La iniciativa para la creación de esta Unidad de Apoyo a la Exportación surgió ante los problemas que muchas empresas tenían a la hora de acceder al mercado de terceros países. Decidieron realizar estudios de caracterización de los productos cárnicos con el objetivo de dar garantías a través de controles analíticos. La labor de esta Unidad será la elaboración de informes sobre la adecuación de los productos de cara a la exportación a cada uno de los países donde se piensa exportar.
 

Ventanas describió las instalaciones con que cuenta esta Unidad, visitadas posteriormente por los asistentes a la jornada. En primer lugar hay una zona de recepción de las muestras y cuenta con 3 laboratorios específicos y 4 equipos de investigadores.

En una de las zonas de las instalaciones se pueden realizar análisis de las muestras mediante cromatografía líquida acoplada a espectrometría de masas (LC-MS) que permiten la detección de micotoxinas o clembuterol, entre otros. También se realiza la cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas (GC-MS) para la detección de nitrosaminas, PCBs, pesticidas, etc. Entre ambas técnicas se pueden detectar más de 250 tóxicos y permite la posibilidad de programar los análisis según las exigencias. De cara especialmente al control de presencia de patógenos como L. monocytogenes, Salmonella app, E. coli O157:H7 y mohos toxigénicos, cuentan con un equipo de detección de PCR en tiempo real que mediante la extracción de ADN permite determinar la presencia o no de estas bacterias en los productos cárnicos.

Otras técnicas no destructivas con las que se trabaja en esta Unidad son los análisis microbiológicos no destructivos mediante raspado superficial para la detección de mohos toxigénicos o el análisis instrumental con sonda de cala para detectar alteraciones en la curación de productos.

Por último, cabe destacar que la UAEX cuenta con un equipo de resonancia magnética de imágenes con el que se pueden realizar diversas pruebas para determinar y caracterizar los productos cárnicos en cuanto a su humedad, grasa intramuscular, contenido de sal o mermas tras la curación.