El Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural (DAAM) de la Generalitat de Catalunya está manteniendo encuentros con el sector afectado por el cierre de las plantas de tratamiento de purines para llevar adelante la adaptación de las granjas afectadas al nuevo sistema de gestión.

Una de las últimas reuniones ha supuesto el encuentro con los representantes de las principales organizaciones del sector para acordar una hoja de ruta que lleve a que estas explotaciones afectadas puedan adaptarse a un sistema que asegura una correcta gestión de los purines. El encuentro ha sido presidida por el director general de Agricultura y Ganadería, Miquel Molins.
 
El Departamento ha planteado que además de la línea de ayudas, avales de créditos para implantar sistemas de tratamiento que ya está abierta, próximamente se publicará una nueva orden de ayudas destinada a gestionar sistemas de tratamiento y gestión en granja, ayudando a la instalación de tratamientos en granja.

Asimismo, el DAAM, a través de la Oficina de fertilización y tratamiento de deyecciones ganaderas, potenciará la tarea de asesoramiento a cada una de las explotaciones afectadas para que puedan encontrar, dentro de las opciones disponibles, la que más se ajuste a sus necesidades (cambios de dietas, separadores sólidos-líquidos, otros tratamientos, gestión conjunta de las deyecciones).
 
Por otra parte el Departamento continúa apoyando a todas las actuaciones e iniciativas de tratamientos que se están planteando para resolver esta problemática.
 
Además, también está previsto que el nuevo Programa de Desarrollo Rural (PDR) apoyará las actuaciones de tratamiento y gestión de las deyecciones ganaderas para que se puedan adaptar a este nuevo modelo.
 
Y en cuanto a las actuaciones de carácter más inmediato, próximamente se abrirá una línea de ayuda al transporte fuera de las zonas afectadas para poder aplicar agrícolamente los purines que hasta ahora se llevaban a las plantas.
 
Todas estas actuaciones se insertan en la adopción de un nuevo modelo de gestión de las deyecciones ganaderas que debe permitir hacer sostenible el sector.