Coincidiendo con el mes de septiembre, en el que se realizan las fiestas patrias de Chile y un gran número de asados, el Instituto Nacional de Estadísticas de este país ha llevado a cabo un análisis sobre la evolución del consumo de carne en este país sudamericano.

Según el informe, en el año 2008 los chilenos consumían un total de 81,2 kilogramos de carne per cápita, cifra que en 2013 se ha incrementado en un 9,8%, alcanzando un récord de 89,1 kilogramos, la mayor cifra histórica.

Del total consumido, un 42,1% correspondía a carne de aves, un 29,9% a carne de cerdo, un 27,4% a bovino y apenas un 0,6% a otras carnes. En el año 2008 el consumo estaba conformado por 33,3 kilogramos de carnes de ave; 25,0 de carne de cerdo; 22,1 de carne de vacuno y 0,8 kilogramos de otras carnes. Sin embargo, la situación ha evolucionado principalmente con el incremento del consumo de carne de aves, que en 2013 alcanzó un récord de 37,5 kilogramos por habitante. Por su parte, en ese año la carne de cerdo registró un consumo de 26,6 kilogramos y la carne bovina de 24,4 kilogramos.

En cuanto a elaborados cárnicos, en el país andino se elaboraron en 2013 275.000 t de este producto y el consumo medio se sitúa 15,6 kg/persona/año. De esta cifra, el principal producto lo representan las salchichas con una participación de 32,3%. Le siguen en importancia, mortadelas con 14,5%, longanizas, chorizos y choricillos con 11,2% y los  ambres de jamón con 9,5%. Las hamburguesas ocupan el quinto lugar en importancia con un 8,5% de participación en el año 2013.