Desde el INAC uruguayo, su vicepresidente, Fernando Pérez Abella, ha reiterado la apuesta que este organismo viene realzando desde hace años para instalar más equipos que permitan la clasificación electrónica de las canales obtenidas del sacrificio vacuno.

En la actualidad son dos plantas exportadoras las que tienen instalados estos sistemas de clasificación automática de canales. Sin embargo, al ser equipos importados desde Alemania, su mantenimiento resulta costoso para los mataderos, lo que hace que muchos de ellos no opten por su instalación.

Esto ha motivado que un grupo de expertos uruguayos esté trabajando en el desarrollo de una tecnología propia para este fin. De hecho están elaborando un informe técnico que será destinado al INAC.

El objetivo de la clasificación de las canales es eliminar la posible desconfianza de los ganaderos en cuanto a lo que cobran por los animales que venden a los mataderos ya que cobran por el rendimiento de la canal.

Una de las plantas que lo tiene instalado es BPU, propiedad de Terence Johnson. Otro de ellos es Solís Meat cuyo director general, Jorge González, ha declarado al diario uruguayo El País que con la clasificación electrónica de canales se ha logrado "tener una mejor relación con el ganadero y mejorar el tipo de producto, apostando por la calidad y avanzando siempre hacia el producto final".