El Tribunal Constitucional de Polonia ha dictaminado que la obligación impuesta por el Gobierno polaco, en noviembre de 2012, de utilizar el aturdido en todos los sacrificios es inconstitucional y representa una violación de la libertad religiosa.

En julio de 2013 el Parlamento polaco rechazó un proyecto de ley que habría legalizado los sacrificios religiosos kosher y halal.

El recurso fue presentado por la Comunidad Judía Polaca cuyos representantes han elogiado la decisión del Tribunal Constitucional polaco. De esta manera, los responsables de matadero que realicen el sacrificio religioso no podrán ser penados.

La decisión ha tenido también una buena acogida entre las industrias cárnicas europeas que tienen establecimientos cárnicos en Polonia, como es el caso de muchas alemanas y alguna del Reino Unido ya que permitirá incrementar sus ventas de carne procedente de animales sacrificados bajo estos ritos.