De acuerdo con los datos de la Cámara para el Desarrollo de la Agricultura y Horticultora (AHDB) de Inglaterra los precios de venta de la carne de cordero se han reducido durante la pasada primavera respecto a los del mismo periodo de 2014. Al tiempo también se ha reducido la cantidad que los granjeros reciben del precio final de venta. En 2013 este porcentaje suponía el 65% del precio final de venta mientras que en 2015 ha supuesto el 50%.

En opinión de Charles Sercombe, representante de la Unión Nacional de Granjeros (NFU), el precio de venta desde las granjas ha estado muy bajo durante la pasada primavera y "los granjeros saben que los mercados son hoy en día más volátiles que nunca, pero no habían visto esto antes ya que la reducción de su participación en el precio final no está viéndose correspondida con una caída de precios", asegura.

Según Sercombe, la demanda sigue cayendo pero las cadenas de distribución podrían ayudar a mejorar la situación dando un lugar más destacado al cordero británico en sus lineales.

También tiene palabras para la industria cárnica que debe "desarrollar herramientas para la gestión del riesgo que ayuden a los granjeros a luchar contra la situación de los mercados y esta incertidumbre".