Entre el 5 y el 6 de marzo pasados la Oficina Veterinaria y Alimentaria de la Comisión Europea (FVO) llevó a cabo una misión de inspección en Australia con el objetivo de verificar cómo funcionan los controles oficiales en la producción de carne de vacuno destinada hacia la UE además de los procesos de certificación de esta carne.

Según la FVO el sistema de control oficial australiano da garantías suficientes sobre el cumplimiento de los requisitos exigidos por el Reglamento (CE) nº 882/2004. Pese a esto, recomienza que se refuercen aspectos para mejorar el rigor del sistema de control oficial.

Estas recomendaciones pasan por una mayor documentación por parte del Departamento de Agricultura encargado de los controles oficiales sobre el seguimiento de determinadas observaciones identificadas durante las auditorías llevadas a cabo por el director técnico de área o una mejora en la identificación del ganado que ha sido elegido para ser sacrificado con destino hacia la UE, de acuerdo con las normas ya establecidas por el Esquema de Acreditación ya establecido para las explotaciones ganaderas.

La FVO da el visto bueno a los controles oficiales en materia del listado de establecimientos autorizados, APPCC, controles microbiológicos, la cadena de la información alimenticia, la identificación de las canales, la inspección ante mortem, etc.

Uno de los puntos negativos de la inspección llevada a cabo por la FVO hace referencia al cumplimiento de las normas de etiquetado en la carne destinada a la UE, atendiendo al artículo 13 del Reglamento (CE) nº 1760/2000.