Lunes, 22 de julio de 2024
Área de clientes
No cerrar sesión
Gestión de claves
Artículos
Legislación
Empresas cárnicas
Revista on line


¿Quieres ser cliente?


La mayoría de los consumidores no perciben los cambios introducidos en el etiquetado alimentario

Según un estudio de la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios

Eroski ha dado a conocer los resultados de un estudio en el que se ha encuestador a 1.500 consumidores para conocer su comportamiento respecto a la información alimentaria facilitada a través del etiquetado. El estudio, elaborado por la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (Hispacoop) a la que pertenece Eroski buscaba saber el conocimiento de los cambios realizados en la normativa aplicable a todos los alimentos destinados al consumidor que entraron en vigor a finales del pasado mes de diciembre.

Según la encuesta, el 63% de los responsables de compra encuestados y que habitualmente se fijan en el etiquetado de los alimentos, no ha notado cambios en este canal de información en los últimos 6 meses.

Quienes sí lo hicieron (un 36%) identifican varias modificaciones: en los ingredientes que causan alergias o intolerancias (un 17% lo ha percibido) y en la claridad de la información nutricional y el origen de vegetal de los aceites y grasas vegetales (un 10%, respectivamente).

También se destacan otros en menor medida: que los datos nutricionales están agrupados y se visualizan más fácilmente, que la información obligatoria está disponible y es accesible, que la palabra “sodio” se ha sustituido por la de “sal” y que ahora se comunica cuál es el país de origen o lugar de procedencia del producto o del ingrediente primario.

En la encuesta, un 72% de los responsables de compra confirmó que se fijaba en la información nutricional, obligatoria desde diciembre. De este porcentaje, un 32% prestaba atención a las grasas saturadas, un 23% a las calorías de los productos, un 15% a las grasas trans y un 11% a los azúcares. En menor medida, se mencionan también otros elementos como la sal (o el sodio), las grasas monoinsaturadas o poliinsaturadas, vitaminas, proteínas, otros hidratos de carbono como los polialcoholes o el almidón, fibra alimentaria, los minerales y otros.

La normativa europea obliga, además, a expresar toda esta información nutricional en 100 gramos o 100 miligramos. Dos de cada tres encuestados considera que mediante esta fórmula se ayuda a entender la información. Entre quienes opinan lo contrario, se encuentran en mayor medida los mayores de 65 años. Asimismo, la información nutricional también puede venir expresada en porcentajes de ingesta de referencia (IR), ya sea por 100 gramos o 100 miligramos o por proporción o unidad de consumo. La mitad de los encuestados que leen la información nutricional se fijan en estas proporciones (de nuevo son los mayores de 65 años quienes lo hacen en menor medida).

Con el nuevo reglamento, se amplía la obligatoriedad de incluir en el etiquetado el país de origen o lugar de procedencia del producto alimenticio o del ingrediente principal, en los casos en los que se puede inducir a engaño al consumidor. A partir de abril de 2015, también lo fue para la carne fresca, refrigerada o congelada de cerdo, ovino, caprino y aves de corral. Un 68% de los responsables de compra se fijan en este dato y, de ellos, casi nueve de cada diez escogen productos producidos en su región o país frente a otros. Los propios encuestados destacan los tipos de alimentos que, a su juicio, deberían llevar este dato en su etiquetado: la carne de vacuno, porcino, caprino y otros (el 90% así lo cree), el pescado (el 84%), las aves de corral y la leche (el 76%, respectivamente), y la miel y la leche utilizada como ingrediente en productos lácteos (en torno al 59%, en ambos grupos de alimentos). Solo un 3% señaló las frutas y las verduras.

Otro de los cambios contemplados por la normativa de información alimentaria tiene que ver con la obligatoriedad de informar sobre los ingredientes o sustancias que pueden causar alguna alergia o intolerancia alimentaria. Nueve de cada diez encuestados responsables de la compra en su hogar afirman que debería indicarse de una manera más clara la existencia de ingredientes que pueden causar alguna alergia o intolerancia. Es más, un 67% de ellos afirmaron saber que en todos los alimentos, tanto los envasados como los que no lo están, es obligatorio informar sobre la existencia de este tipo de ingredientes. No obstante, también merece especial atención el 32% de las personas consultadas, que reconocieron no saberlo.
Más noticias
Compartir esta noticia en:    Compartir en Linkedin LinkedIn        
©2024 Estrategias Alimentarias SL. Todos los derechos reservados. Aviso legal. Protección de datos