Desde la Asociación Uruguaya de Productores de Cerdos han manifestado que es insostenible la situación del sector en el país sudamericano ante la importación de carne procedente de Brasil y también de países europeos, asegura el presidente de la Asociación, Juan Andrade, en declaraciones al diario El Observador. Según estiman, la situación cada día afecta más a los porcicultores ya que ingresa tanto carne congelada como subproductos.

Andrade asegura que la carne procede mayoritariamente de Brasil pero también de Dinamarca y España desde donde han ingresado productos como los espinazos a la mitad de precio del que se comercializan en el mercado uruguayo.

La organización ganadera ha mantenido un encuentro con el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, en la que se pidió gravar con impuestos la carne importada para con los impuestos poder crear unos fondos con los que los ganaderos puedan comprar los cereales para alimentación animal a precios más baratos.

La carne importada se destina fundamentalmente a elaborar productos cárnicos.

La mayor importación se hace desde Brasil, todo con destino a la industria chacinera. De esta manera se ha desestimulado la venta de carne con hueso fresca de cerdo, porque es más negocio traerla desde el exterior. Como consecuencia el cerdo gordo es vendido a la industria a alrededor de $ 35 el kilo, lo que significa trabajar a pérdida, dijo Andrade.

A través de la Cooperativa Caluprocer comercializan 180 productores de cerdos, pero el sector cuenta con 4.000 y esto significa que se enfrenten dificultades muy serias que han provocado que muchos productores abandonen esta actividad. La asamblea de anoche en San Jacinto tenía por objetivo tratar la sustentabilidad del sector para que siga sobreviviendo "porque de lo contrario tenemos que dejar de producir cerdos y ya estamos perdiendo productores", dijo Boscana.