En los últimos meses se han llevado a cabo en el Reino Unido una pluralidad de campañas de bienestar animal por diversos medios de comunicación, organizaciones protectoras de los animales y varias celebridades, que han tenido gran difusión entre el público británico. Entre estas campañas cabe destacar la que han realizado en contra de la crueldad de la producción intensiva de aves.

Si bien la reacción inmediata a dichas campañas fue mínima, en la actualidad se ha comenzado a apreciar un claro movimiento del consumidor hacia los productos de la categoría free range, criados al aire libre, cuyas ventas se han incrementado un 35% en el mes de enero de 2008, en comparación con las de enero de 2007. Al mismo tiempo, se ha producido un descenso del 7% en la venta de pollos de producción intensiva.

En varios supermercados se agotaron los productos free range, provocando las reclamaciones de consumidores frustrados que deseaban apoyar la campaña. Las ventas hubieran sido aún mayores, si los productores de free range y los ecológicos hubieran podido hacer frente a este incremento de la demanda.

Tesco, la cadena de supermercados más grande del Reino Unido, ha doblado sus pedidos de pollo producido cumpliendo mejores condiciones de bienestar animal y Sainsbury’s, otra de las cadenas británicas más importantes, ha tenido que importarlos de Francia.

Uno de los Chefs británicos que inició esta campaña ha declarado su intención de intensificarla mediante la producción de nuevos programas de televisión para finales de año, con el deseo de mantener el interés del consumidor.

En caso de que continúe el crecimiento de la demanda de pollos free range y ecológicos, la oferta de éstos al consumidor podría convertirse en un problema, al menos a corto plazo, ya que el 92% de la producción avícola en el Reino Unido es todavía intensiva.

El Presidente de NFU ha mostrado su cautela ante la situación, señalando que si los productores tienen que hacer inversiones para aumentar los estándares de bienestar animal, tendrán que trasladar dichos costes y será necesario comprobar que no se trata de una tendencia temporal y que se consolida una demanda interesada en pagar algo más por mejorar las condiciones de vida de estos animales.