Este año los controles han descendido hasta ser mínimos, de la misma forma que tampoco se puede mantener la vigilancia suficiente de todas las partidas de carne. El 25% de las empresas ya no son controladas anualmente.

En tareas compartidas la VWA ha perdido la confianza de las autoridades europeas. En diversos puntos la VWA ha recibido críticas de la Europese Food and Veterinary Office (FVO), que en nombre de la Unión Europea vigila si las inspecciones están en orden. La FVO dice que hay problemas de calidad en la gestión de la vigilancia. Estos problemas afectan entre otros al control de transporte de ganado. Además en caso de brotes inesperados de enfermedades animales, estas deficiencias pueden conducir a problemas en la trazabilidad. La confianza que la FVO tiene en la garantía de la eficacia de las tareas de la VWA ha disminuido sensiblemente en una serie de competencias compartidas.

Para superar todas estas deficiencias se van a tomar una serie de medidas. La industria cárnica contará con más visitas de inspección que supondrán unos costes más elevados.

La Ministra Verburg dice, que tanto la administración como el sector cárnico, deben afrontar los gastos para mejorar la vigilancia y el control del cumplimiento de la reglamentación en bienestar y salud animal. Entre las medidas concretas de las que habla la Ministra están por ejemplo, la intensificación de la efectividad de los controles del transporte por carretera, el número de brigadas móviles para ello se duplica. También habrá más veterinarios, aunque todavía no se conoce el número.

La comunicación entre la VWA y el gabinete debe mejorar, hasta ahora el servicio de control se relaciona de manera informal con la ministra, esto va a cambiar y a formalizarse. Los costes exactos de todas estas medidas aún no se conocen.