En un comunicado, el Consejo General de Colegios Veterinarios de España ha asegurado que con la publicación de esta sentencia el certificado veterinario recobra toda su vigencia y la exigencia de su utilización. El Consejo afirma que al suprimirlo se eliminaba el mecanismo previo a la certificación veterinaria de los rumiantes, uno de los pilares del doble control sanitario al que sometían los animales sacrificados en el matadero, según el Consejo, comprometiendo la seguridad alimentaria y la salud pública.

Este certificado es firmado por el veterinario antes de que el ganado bovino, ovino y caprino sea transportado al matadero para su sacrificio, garantizando la inexistencia de varias enfermedades, entre la que se encuentra la EEB, la tuberculosis y la brucelosis, haciendo constar que los animales son considerados como aptos para su sacrificio con destino al consumo humano.