La crisis económica ha provocado un descenso de las ventas de productos ibéricos en España y que los industriales cifran en un 15%, un hecho que no parece afectar a los precios que se pagan por el cerdo ibérico a los ganaderos, los cuáles están experimentando subidas desde hace varias semanas. Actualmente, éstos se encuentran en 1,22-1,28 euros por kilo en vivo en la Lonja de Salamanca.

La razón de este aumento de las cotizaciones, según el presidente de la Asociación de Porcino Ibérico de Castilla y León (ASACRIBER), Manuel González, "es que prácticamente no hay oferta de animales, porque los ganaderos han reducido a la mitad su producción por el coste del pienso".

Entre las medidas adoptadas se encuentran el sacrificio de cerdas reproductoras, el de tostones nada más nacer e incluso de machos "porque habia un exceso" apunta Manuel González. "En los últimos dos años la producción se había duplicado y eso era demasiado".

Otro de los efectos que están teniendo los altos precios del pienso es que "ahora es muy complicado encontrar cerdos gordos", indica el presidente de ASACRIBER. Precisamente, por este motivo muchos ganaderos aguardan con optimismo la llegada de la próxima montanera. "Las previsiones son muy buenas porque ha brotado mucha bellota, por lo que si viene una buena otoñada, la mayoría van a poder reducir sus gastos en pienso".

Esta mayor presencia de animales alimentados con bellota puede permitir nuevos aumentos del precio. De hecho, y a pesar de que los precios han remontado el vuelo, Manuel González aún considera que falta "una subida minima de 20 céntimos para poder recuperar la normalidad. Un cochino, para ser rentable, debe valer entre 1,44 y 1,56 euros el kilo en vivo".