Los agricultores europeos y las cooperativas agroalimentarias han estimado la cosecha de cereales en la UE-27 en 309,4 millones de toneladas. Estas previsiones, junto con los bajos precios que se están pagando, podrían inducir a los agricultores a cambiar sus intenciones de siembra para el otoño, por lo que se espera, para la campaña 2010/2011, que la producción de cereales se reduzca aún más, lo que podría tener repercusiones en las existencias futuras.

“Durante estos días, los agricultores están tomando las decisiones relativas a la siembra, basándose en los costes de producción y cada vez menos en las previsiones del mercado. Los precios del mercado no cubren los costes de producción en el sector de los cereales”, ha declarado Paul Temple, presidente del grupo de trabajo “Cereales, Oleaginosas y Proteaginosas” del Copa-Cogeca, advirtiendo de las posibles consecuencias que puede tener la pérdida de confianza en el cultivo, de cara a las siembras del año que viene. “Este año, las siembras podrían desembocar en otra reducción sensible de la producción y en mucha más volatilidad de los precios. A Europa podría llevarle mucho tiempo recuperarse de esta situación.

Los rendimientos medios tampoco han aumentado, no sólo a consecuencia del cambio climático, sino también debido al uso de menos fertilizantes y productos fitosanitarios. Una merma prolongada de los rendimientos podría desembocar a la larga en una gran reducción a largo plazo de las inversiones en el sector. La sociedad debe ser consciente de las consecuencias de una reducción significativa de la producción europea, particularmente cuando la seguridad de los abastecimientos de productos alimenticios está siendo una vez más un tema clave de la agenda política global.