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Una dieta específica ayuda a que los pollos aprovechen los nutrientes y enfermen menos

Una dieta basada en piensos con ácidos prebióticos ayuda a que los pollos crezcan más, aprovechen mejor los nutrientes y sufran enfermedades en menor medida, según los resultados obtenidos por un equipo de investigadores de la provincia de Orense, recogidos por ep.

A esta conclusión se llegó en la fábrica de la cooperativa Coren tras casi ocho años de investigaciones que finalizaron hace dos meses. Allí, los ácidos orgánicos, similares a los que se añaden en productos lácteos como los yogures, se añaden a la soja, a la grasa y a las vitaminas y minerales que componen el alimento de los animales "como una materia prima más", según explicó la técnica en nutrición e investigación de la cooperativa, Pilar Cachaldora.

En concreto, el proyecto de investigación se desarrolló entre el Laboratorio de Innovación Agroalimentaria de Ourense, donde trabajó un equipo de la facultad de Ciencias del campus de Orense y el Centro Tecnológico de la Carne de Coren, ubicado en el Parque Tecnológico de Galicia.

"Añadimos ácido láctico a la dieta de los pollos para ver si eso, en sustitución de otro tipo de ácidos antibióticos, afectaba de un modo positivo a la flora intestinal del pollo", indicó Cachaldora. Así, observaron cómo esta "especie de Actimel, pero para pollos" desplazaba a la flora patógena y reforzaba la zaprofita, flora intestinal buena.

El encargado de la parte de laboratorio fue el profesor de Química Analítica y Alimentaria de la facultad de Ciencias del campus de Orense, Lorenzo Pastrana, quien resumió que "a los pollos les pasa lo que a las personas: lo que comen determina cómo crecen". Por ello, su equipo detectó que "hay determinadas moléculas que son beneficiosas para el estado de los animales", sustancias que favorecen el funcionamiento correcto del intestino y, en consecuencia, del propio pollo. Algunas veces, las moléculas prebióticas están producidas por microorganismos y otras, "los propios microorganismos son prebióticos", apostilló.

Así, llegaron a tres conclusiones, entre las que destaca, en primer lugar, el descubrimiento de que algunas bacterias lácticas, prebióticos, permiten que la población del intestino de los pollos favorezca a su crecimiento, haga que aprovechen mejor los nutrientes y enfermen menos. Asimismo, los estudios revelaron que algunas de estas bacterias, en combinación con ácidos lácticos, hacen que tengan "todavía" más efecto beneficioso y, un tercer descubrimiento, "cuando se añaden a los piensos mejoran su calidad higiénica", resaltó Pastrana.

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