A través del equipo de Ishida, se ha resuelto el problema con un diseño multicabezal lineal, alimentado mediante cintas transportadoras que traen la carne desde otras áreas de producción. Dos operadores se ocupan del mantenimiento y ajuste de la pesadora automática.

La pesadora trabaja con envases de un peso que oscila entre 500 y 2,5 kg y puede almacenar en su memoria diversas especificaciones y pesos para distintos envases, llegando a envasar entre 450 y 480 envases a la hora, según el tamaño.

Según Chris Jacob, director general de Fairfax Meadow, “con el anterior sistema había problemas y ahora hemos incrementado la seguridad del proceso, teniendo en cuenta que trabajamos con márgenes de peso muy estrictos y por tanto los pesos de los envases no pueden estar fuera de lo que marcan en el etiquetado.