La industria del país quiere la equiparación con las reglas impuestas por los europeos a la compra del producto de los Estados Unidos, como exigencias de permanencia del ganado en áreas habilitadas, además de la administración de la lista de fincas habilitadas para la venta a la UE.

Actualmente, la UE exige que los exportadores compren ganado en fincas que adoptan una cuarentena de noventa días. La regla no incluye la cría intensiva en establos y la industria necesita comprobar este período mínimo de permanencia.

Brasil argumentará que una reciente decisión de la UE permitió a los EE.UU. exportar a la UE carne procedente de establos con plazo de 100 días. Actualmente, se está negociando con la UE la transferencia de la administración de las fincas habilitadas al Ministerio de Agricultura. Esta circunstancia debería acelerar el proceso de auditoría de las fincas y de la inclusión de nuevas propiedades en la llamada lista “Traces” impuesta a Brasil.

El esfuerzo de la industria se concentra en el aprovechamiento del buen momento de los precios de la carne en el mercado mundial. La demanda debe crecer a corto plazo. Los países emergentes no dejaron de consumir durante la crisis financiera del año 2008.