Tras determinar aquellos puntos donde más agua se malgasta, se podrán hacer guías de buenas prácticas para corregir esto.

Para el estudio realizarán encuestas a las industrias que trabajan con carne de vacuno, porcino, ovino y aves, dentro de toda la cadena de suministro.

Según Charlotte Henderson de WRAP, “la cadena cárnica es una de las vitales a la hora de trazar este mapa debido a sus características medioambientales y a su corta vida dentro de los lineales”. Añade además que “identificar cómo y dónde se genera el desperdicio de agua y otros componentes y por qué se genera ayudará a desarrollar soluciones para utilizar los recursos de forma más eficaz. Esto puede repercutir en las empresas que lo pongan en marcha puesto que los temas de medioambiente tienen relación en la mejora comercial”.

Otros proyectos de este tipo ya se están llevando a cabo y así, el IGD y la consultora MLCSL están haciendo un estudio de este tipo junto al British Poultry Council y la Universidad de Cranfield. Según Christine Walsh, de MLCSL, “la cadena cárnica está tratando de reducir sus desperdicios desde hace tiempo y este proyecto podrá mostrarnos en qué se está trabajando y nos dará señales de posibles mejoras de cara al futuro”.

A parte de este proyecto en aves, se piensa trabajar también en vacuno, corderos, cerdos y aves de corral, desde el matadero hasta los puntos de venta.