El sistema diseñado utiliza un chip para colocarlo en las orejas de los animales, un equipo para recopilar la información y un programa de base de datos. El lector puede almacenar datos de hasta 7.000 animales y la identificación electrónica permite conocer datos de los animales tales como la raza, edad, identificación visual, el país de origen y el lugar donde fue comprado.

Esta tecnología ha sido implantada por una exigencia internacional ante las barreras proteccionistas que algunos países estaban imponiendo. Brasil busca hacer un censo de ganado y establecer un estándar para la trazabilidad con el mismo sistema que se aplica ya en Australia. De esta forma busca abrir nuevos mercados.