Porcat rechaza la futura ley de calidad odorífera que propugna la Generalitat de Cataluña
Porcat afirma que esta ley no responde a ningún requisito comunitario y por tanto es únicamente iniciativa de este Departamento.
La incidencia dentro de las explotaciones de porcino catalanas afecta directamente por los focos de emisión de olores de los sistemas de ventilación y las balsas de purines. En aquellas que tienen ventilación forzada, la emisión de olores se reduce significativamente, pero en las que la ventilación es natural, el costo económico que habrá que soportar, según Porcat, es muy considerable.
En cuanto a las balsas de purines, aquellas que estén cubiertas generan un impacto odorífero muy inferior. Proceder a cubrirlas todas supone un alto coste económico para los productores y va en contra, según Porcat, de las prácticas actuales que fomentan la creación de balsas grandes tal como exigían otras normativas.
De hecho, según Porcat, tan sólo el primer informe para hacer una evaluación del impacto odorífero sería ya de 10.000 euros.
Porcat estima que este anteproyecto debe ser paralizado y "si lo que pretenden es impedir definitivamente la actividad porcina, con esta ley tienen un instrumento muy eficaz.
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