Según información de la organización recogida por ep, esta edición "superó con creces las expectativas del propio Comité Ejecutivo" que considera la "mejor edición" de FIAL de las que se ha celebrado, y que alcanzó su "máxima ocupación del espacio expositivo, más de 3500 metros cuadrados, y en participación de empresas expositoras, un total 130".

Tras esta edición, la Feria Ibérica de Alimentación "se ha consolidado como uno de los emblemas de la Extremadura de los negocios y exponente de la vitalidad de la economía de la región", señala la organización, que destaca que "su trayectoria ascendente, la convierte en la mejor feria de alimentación de todo el suroeste ibérico".

La Feria Ibérica de la Alimentación contó con la participación de multitud de sectores, de tal forma que se ha convertido en el "escaparate idóneo para los profesionales más destacados del sector" en diversos campos como jamones y embutidos, aceites y aceitunas, conservas vegetales, cafés e infusiones, productos lácteos y derivados.

El 4º Salón de la Tecnología de la Alimentación-Elabora congregó a empresas dedicadas a las aplicaciones técnicas del frío y la climatización, ingredientes y aditivos para la industria alimentaria, industria de líquidos, fluidos y embotellado, tecnología de panadería, pastelería, confitería, entre otros, que mostraron las "las novedades en equipos y servicios y los últimos avances teóricos en materia de tecnología alimentaria".

Respecto a los eventos como los IV Encuentros Internacionales de Compradores, el II Encuentro Comercial Extremadura/Portugal/Angola, el II Encuentro Comercial Jefes de Compra Nacionales, y las agendas de contactos comerciales "han incrementado las relaciones comerciales entre expositores y compradores tanto nacionales como internacionales".

Además, dentro de la Feria Ibérica de la Alimentación se celebró el I Concurso de Cocina Alimentos de Extremadura, con el objetivo de dar a conocer las excelencias de los productos amparados bajo este sello de calidad, y que ganó Gorka Ugarte Arruti, del Restaurante Eustaquio Blanco de Cáceres, que recibió 1.200 euros y un trofeo.