La salida al mercado de esta marca de calidad irá precedida de acciones promocionales, que culminarán con una feria de ganado que se celebrará en Arnedo, según ha informado Pilar Blanco Calleja, miembro de Procorcha.

Esta raza se caracteriza por su perfil recto, orejas cortas y porte pequeño. La oveja o cordero chamarito es de leche, alimentado exclusivamente de leche materna hasta su sacrificio; de un peso máximo en vivo de 13,5 kilos y 40 días, según el libro genealógico de la raza. La carne presenta una coloración rosada, con grasa de color blanco y es tierna, jugosa y de sabor agradable y suave.

La mayor parte de las explotaciones se encuentran en los valles del Cidacos y el Linares y abarcan, entre otros pueblos, Cornago, Muro de Aguas, Jalón de Cameros y Arnedillo, aunque también hay algún rebaño en Rioja Alta.

Actualmente, se comercializan unos diez mil corderos anuales de la raza chamarita que, en su mayor parte, se sacrifican y comercializan en La Rioja, aunque algunos se venden en comunidades vecinas.

Al cordero chamarito lo identifica un crotal desde su nacimiento con el código de la ganadería y numeración propia. Actualmente, la canal se identifica con etiqueta de la marca, mientras que las piernas y paletillas se sellarán con la letra "ch" en tinta apta para uso alimenticio, explica Pilar Blanco.

Los ganaderos de la raza chamarita se agruparon hace diecisiete años y crearon la Asociación Riojana de Oveja Chamarita (Arocha) con el fin de proteger y mejorar la raza que es autóctona de esta comunidad, añade esta mujer ganadera.

Todos los pasos dados hasta ahora por Arocha se centraron en crear un libro genealógico, en el que se han inscrito unos 9.500 ovejas pertenecientes a doce ganaderías que cumplen los estándares de la raza. Sin embargo, la "fuerte competencia" con las grandes cadenas de distribución y el aumento de los costes de producción, recalca, "nos ha obligado a plantearnos ir más allá, pensando en el futuro, para, al menos, garantizar el futuro de nuestras explotaciones".