Este plan se sumaría a otras iniciativas ya puestas en marcha por parte de las autoridades rusas para la construcción de cebaderos de animales y de mataderos y salas de despiece a lo que se suman las periódicas restricciones que se están imponiendo a las importaciones de carne y productos cárnicos, como es el enfrentamiento actual con EE.UU. por la utilización de clorinas en el procesamiento de carne de aves que posteriormente son exportadas hacia el mercado ruso.

Precisamente desde la asociación de industrias cárnicas rusas apuntan que las autoridades deben incrementar las barreras a la importación y ofrecer créditos a los productores locales para que mejoren e incrementen su capacidad de producción.

Según el ministerio ruso de Agricultura, la producción cárnica del país se ha incrementado en un 14% durante 2009 hasta los 3,3 millones de t. Pese a este crecimiento, en 2009 hubo una reducción de la producción de carne de vacuno por la falta de demanda ante la crisis que también está afectando a la economía rusa.

Brasil continua siendo el principal país exportador de carne hacia Rusia, pese a haber reducido un 20% su cuota de venta exportó en 2009 322.831 t. Argentina también tiene un papel importante en las ventas hacia Rusia con cerca de 136.972 t exportadas en 2009 aunque se prevé que, por los problemas internos del mercado argentino, de cara a 2010 esta cifra se reduzca significativamente.