Este retroceso se suma a los ya registrados entre 2007 y 2008 ya que en el caso del vacuno en 2007 se sacrificaron 1,77 millones de cabezas y en 2009 fueron 1,6 millones. La producción cárnica también se ha visto reducida de 580.000 t en 2007 a 514.000 t en 2009. Además, cabe destacar que se ha producido un incremento en la exportación de ganado vivo a lo largo de 2009.

En el caso del ovino la reducción ha sido mayor, pasando de los 3,26 millones de 2007 a los 2,7 millones de 2009.

En lo referente al porcino, la crisis por las dioxinas que tuvo lugar entre finales de 2007 y comienzos de 2008 tuvo un fuerte impacto en la producción y sacrificio de animales. De 2,61 millones de cerdos sacrificados en 2007 se ha pasado a 2,42 millones de cabezas en 2009.