También ha caído el número de cabezas de vacuno hasta los 4,1 millones de animales, un 1% menos, aunque se ha producido un incremento en el ganado vacuno destinado a la producción de leche.

La escasez de beneficios en la ganadería de ovino, la conversión hacia la producción láctea por las ayudas prestadas por el gobierno neozelandés y las sequías anuales vividas en este país han motivado la caída del censo. Sin embargo, pese a la caída, la organización neozelandesa Meat & Wool New Zealand prevé que se produzca un incremento en la producción y las exportaciones de la carne de ovino de aproximadamente un 5%

En el caso del vacuno, un mayor censo de vacuno lechero significa que a la larga habrá mayor sacrificio de ganado mayor, que ya en 2009 fue el 56% del total de animales sacrificados. También significará que a la larga se podría incrementar la producción cárnica de Nueva Zelanda ya que esta categoría contribuyó con 189.373 t druante 2009, el 53% del total exportado según New Zealand Meat Board.