Antes de denunciar a la empresa, el alcalde de esta localidad de las afueras de Lille, René Vandierendonck, se había reunido con la dirección regional de la empresa sin obtener ningún resultado y había remitido la cuestión a a la Alta Autoridad de la Lucha Contra las Discriminaciones (HALDE, en sus siglas en francés).

La carne de cerdo ha sido suprimida del menú de estos ocho restaurantes y el bacon ha sido sustituido por pavo ahumado, mientras que toda la ternera que se ofrece ha sido sacrificada según el rito halal.

La empresa se ha defendido con argumentos económicos al asegurar que sólo pretende comprobar "el interés comercial y la capacidad técnica de la oferta", como aseguró Valérie Raynal, responsable de comunicación de la compañía. Según la cadena de restaurantes, el hecho de excluir del menú los productos que no responden a la certificación halal se debe a que este método permitirá analizar los datos con mayor claridad una vez que concluya el periodo de prueba, previsto para finales de mayo.