Así, se ha pasado de recoger 1,5 millones de kilos en los tres meses de funcionamiento de 2004 a cerca de 54 millones de kilos en 2009 y de realizar 830 salidas de camiones para atender 20.000 avisos a realizar 14.000 salidas y atender 235.000 avisos.

El servicio consiste en la recogida, transporte y eliminación de todos los cadáveres de animales de cualquier especie que se produzca en las explotaciones ganaderas aragonesas. En las que se generan subproductos animales no destinados al consumo humano, entre ellos los cadáveres de animales, que pueden presentar un riesgo para la salud pública o la sanidad animal y que no deben entrar en la cadena alimentaria.

Por ello, el servicio de recogida, que incluye el transporte y eliminación de los mismos, evita en todo momento que pueda introducirse en la cadena alimentaria humana o animal y se garantiza la seguridad agroalimentaria, la confianza del consumidor y la protección medioambiental. Según el Gobierno aragonés, los usuarios del servicio lo valoran de manera sobresaliente, con una media global de 8,51 en 2009, tras realizar 967 encuestas en 9.600 explotaciones.

Sirasa realiza la recogida antes de 48 horas desde la recepción del aviso y con garantía de bioseguridad, almacena los animales muertos en contenedores o en refrigeradores y los transporta en vehículos con unas condiciones higiénico-sanitarias especiales, que son limpiados y desinfectados después de cada carga y descarga.

El servicio se inició con siete vehículos y hoy cuenta con 65. Una vez recogidos en las explotaciones ganaderas, los animales muertos se transportan hasta las industrias de transformación autorizadas: Muel, en Zaragoza, y Balaguer, en Lérida.