A este respecto, las mismas fuentes han precisado que esos datos del departamento ministerial "pueden ser erróneos, pues constaban como abiertos los de Orihuela, Alicante y Benissa, cuando estos dos últimos ya estaban cerrados".

Tras la clausura del matadero de Benissa en 2007 y de abastos de Alicante un año después, "sólo queda en toda la provincia el de Orihuela para atender la demanda de los ganaderos, carniceros y empresas cárnicas alicantinas", han afirmado las citadas fuentes.

Según La Unió, "la falta de respuesta de la Generalitat para agilizar la apertura de mataderos en la provincia de Alicante ocasiona un grave problema a los ganaderos, que necesitan una salida urgente para poder mantener en pie sus explotaciones".

Los ganaderos se quejan también del servicio que se presta desde el matadero de Orihuela, pues "se ha colapsado ante el incremento de la demanda", y sostienen que los gestores de esa instalación "se aprovechan de ser el único en toda la provincia para aumentar sus tarifas y encarecer, por tanto, los costes para los productores".

La asociación agraria ha asegurado que la carencia de mataderos autorizados en la provincia provoca, asimismo, un incremento de los costes del transporte porque "el traslado de los animales se realiza ahora con bastantes kilómetros de por medio".

Por otra parte, los ganaderos de las comarcas de las Marinas Alta y Baixa también han transmitido sus quejas a la Conselleria de Agricultura ante la necesidad de disponer de un matadero cercano al que enviar los animales para su sacrificio.

El cierre del matadero de Benissa ocasiona "una grave dificultad en la última fase para los ganaderos, ya que el más próximo se encuentra en la localidad valenciana de Ontinyent", según La Unió.