Ros aseguró que las cadenas de distribución "ponen un precio de corte a los mataderos" a partir del cual se negocian a la baja, y que estos precios "desvirtúan" a la ley de la oferta y la demanda. "Mercadona fija un precio máximo por encima del cual no compra el producto a los mataderos y el resto de cadenas no lo superan para poder ofrecer el producto más barato", denunció Ros.

Según explicó, la producción del conejo es un sector marcado por la estacionalidad, en el que durante una parte del año, cuando hay exceso de oferta, vende por debajo de costes, pero cuando hay más demanda que oferta, compensa sus costes con la subida de los precios. Los costes de producción de los ganaderos cunícolas se sitúa entorno a los 1,8 euros el kilogramo, y a lo largo del año el precio de venta del mismo oscila entre los 1,4 euros el kilo y los 2,4 euros.

"Apenas salvamos costes el 90% del año, y si cuando hay una reducción de la oferta las cadenas imponen sus precios no podemos ajustarlos a la demanda, nos están condenando", denunció Ros, al tiempo que recordó que las cadenas mantienen todo el año un beneficio en torno al 30% o el 35%. En este sentido, el representante sectorial de la organización agraria lamentó que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) no intervenga contra este tipo de prácticas "que también afecta a otras producción del sector primario", y apuntó que estudiarán posibles medidas jurídicas.

En cuanto a las pérdidas, Ros advirtió que el sector ha perdido un 25% de la producción en el último año y medio, mientras que sus ingresos anuales se han rebajado entorno a los 10 céntimos por kilogramo de carne. "Ahora mismo los ganaderos están percibiendo entre 1,7 y 1,8 euros el kilo que les permite salvar la situación, pero los márgenes de los mataderos están destrozados y a la larga esta situación repercutirá sobre el productor", sentenció.