La demanda de alimentación buena y sana
Además de las calorías, la grasa y el azúcar, ahora se pone la atención con mayor frecuencia en la sal. La sal es imprescindible para muchas funciones corporales, pero también sirve para dar sabor a los alimentos y es un extraordinario conservante. Sin embargo, un consumo excesivo puede resultar perjudicial a largo plazo y por ese motivo la industria se ha enfrascado en la problemática de reducción y sustitución de sal. En la edición de este año de IFFA se presentarán conceptos con los que es posible reducir claramente el contenido de sal en embutidos y en jamón cocido sin tener que restar sabor.
Los sustitutivos de sal pueden utilizarse, así mismo, en las especialidades convenience, es decir, en los platos preparados para el consumo como sopas o salsas.
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