Para el estudio, los autores fabricaron unas salchichas compuestas por un 70% de carne de vacuno y un 30% de carne de pavo. Fueron inoculadas con 8 logs ufc/g de Listeria monocytogenes o E. coli. Tras esto se dejaron secar durante 10 días y luego se sumergieron en el concentrado a base de polvo de concha de vieiras (0, 0,05 y 0,10%) durante un periodo de 10 minutos. Se midieron los niveles de contaminación microbiana en ese momento y justo siete días después tras ser almacenadas a una temperatura de 4º C.

La presencia de Listeria monocytogenes se vio reducida de 8,4 logs a 3,5 y 3,8 logs en los tratamientos de 10 y 30 minutos, respectivamente (en las concentraciones de 0,05 y 0,10)%. En el caso de E. coli, la presencia microbiana pasó de 9,2 logs ufc/g a 4,6 y 5,0 y 5,9 tras una exposición al concentrado del 0, 0,05 y 0,10% respectivamente durante 10 minutos. Si la inmersión duraba 30 minutos se conseguía reducir la presencia de E. coli a 5,1, 4,2 y 3,5 logs ufc/g, afirmó el grupo investigador.

Los resultados muestran que con este tipo de tratamiento se reduce condiderablemente la presencia de Listeria monocytogenes y E. coli en este tipo de preparados cárnicos sin verse afectados los aspectos sensoriales, el contenido de ácido ascórbico o el pH de la carne.