Los consumidores británicos no se muestran dispuestos a pagar más por la carne producida de una forma más respetuosa con el medio ambiente
Tan sólo el 9% de los consumidores optarían por productos más caros, pero con una certificación de haber sido producido de manera menos contaminante. Además, un tercio de los consumidores ha manifestado que seguiría consumiendo carne pese a las repercusiones medioambientales que esto pudiera tener.
El 26% de los consumidores estiman que se puede reducir el consumo de carne para evitar las emisiones de CO2 y cerca del 30% estima que un etiquetado mostrando la huella de carbono de la producción de carne podría influenciar su decisión a la hora de comprar.
También dan un fuerte apoyo a la industria cárnica del país al afirmar que están en contra de la importación de carne de otros países aunque esto signifique que haya más contaminación dentro del propio país.
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