La producción de carne de vacuno se vio reducida en un 7,4%, hasta las 17.800 t. Pese a que hubo un menor número de sacrificios, el peso medio de las canales se incrementó hasta las 288,4 kg/canal.

En el caso de la producción de carne de cerdo, cayó en un 4,7% hasta las 69.300 t. Esto motivó que subiera la importación de este tipo de carne en un 17%, fundamentalmente de Alemania.

En palabras del ministro de Agricultura de la República Checa, James Szebesta, el nivel de autosuficiencia dentro de la República Checa ha caído alarmantemente en los últimos años. Así, desde el año 2000 la producción ha caído en un 30%.

De acuerdo con Jan Veleba, presidente de la Cámara Agraria de dicho país, la caída de las cabañas ganaderas ha llevado a un superhábit en el mercado de cereales, lo que ha afectado a los precios especialmente en el caso del trigo.