La industria de la Alimentación y Bebidas cerró el 2009 con unas ventas netas por valor de 84.600 millones de euros, manteniéndose por encima de los 80.000 millones de euros alcanzados en 2007. Esta cifra supone el 14% de las ventas netas de la industria y el 8% del PIB español. Estos datos se desprenden del Primer Barómetro del Sector de la Alimentación, elaborado por la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) que ha sido presentado en Madrid por Jorge Jordana, secretario general de FIAB y por Simón Sosvilla, catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid.

A nivel europeo, toda la industria de la alimentación ha sufrido la crisis económica, sin embargo ha demostrado un comportamiento más estable durante el ciclo económico. Simón Sosvilla ha explicado que “si comparamos el sector de la alimentación español con el francés, el alemán o el de Reino Unido, se puede concluir que el de nuestro país ha tenido un crecimiento medio más elevado desde la anterior crisis del año 2000 y una menor volatilidad”.

Para Jorge Jordana, secretario general de FIAB, “nuestro sector ha demostrado ser estratégico para la economía y su capacidad de ser uno de los motores para salir de la crisis. Somos un sector que ha mantenido un crecimiento sólido durante los últimos 20 años y que ya mostró su fortaleza en las anteriores crisis. Reclamamos de la Administración una mayor atención con el objetivo de potenciar su crecimiento. Dicho apoyo pasa por impulsar la internacionalización, fomentar la inversión en I+D+i, simplificar el marco legislativo y equilibrar el marco comercial”.

Las exportaciones de alimentos y bebidas alcanzaron los 15.053 millones de euros en 2009, mientras que las importaciones se situaron en 14.787 millones de euros, por lo que la balanza comercial arrojó un saldo positivo en 2009 de 266 millones de euros. Según Sosvilla, “las exportaciones de la industria de la alimentación española equivalen a todo lo importado por nuestro país desde China, lo que nos ofrece una clara referencia sobre la importancia de nuestro sector”.

Respecto al consumo de los hogares en 2009, según los datos que se desprenden del Panel de Consumo Alimentario del MARM, se incrementó cerca del 1%, alcanzando los 29.392 millones de kg./l., mientras que el consumo en el sector de la hostelería y la restauración cayó un 9.46% hasta los 7.438 millones de kg./l., y el consumo en las instituciones registró un descenso del 3.9%, situándose en 1.267 millones de kg./l. En total, el gasto medio se situó en 1.889 euros por persona. De estos datos se desprende que los subsectores más afectados son los destinados al canal de la hostelería y la restauración, donde se ha notado más tanto en el volumen físico de compras, como el gasto, que ha descendido en un 10,25%. En el caso de los hogares, la reducción del gasto fue mucho menor, del orden del 2%. Uno de los aspectos que influyó en el consumo fue el auge de productos de marca blanca. Según los datos del panel de Nielsen, el consumo de las marcas de los distribuidores ha pasado del 23% en el año 2000 al 38% en el 2009.

Respecto a los datos del primer trimestre de 2010, según el Índice de Producción Industrial (IPI) de marzo, el sector de la alimentación tuvo una variación anual positiva del 11,9%. Unos datos de crecimiento superior al índice general (6,8%). La balanza comercial sigue siendo positiva durante los tres primeros meses del año; frente a unas importaciones acumuladas (enero-marzo) de 3.304 millones de euros, las exportaciones españolas alcanzaron los 3.711 millones de euros, lo que arroja un saldo positivo de 407 millones de euros.