En declaraciones hechas durante la reunión informal del Consejo de ministros de agricultura de la UE, el presidente del Copa, Padraig Walshe ha insistido en que "el sector agrario de la UE desempeña un papel vital en la creación de empleo en las zonas rurales, ya que según estimaciones, uno de cada seis puestos de trabajo de la UE depende de la producción agraria. Pero la producción está bajando de manera importante en muchos sectores, particularmente en el sector de la carne, mientras aumentan las importaciones que no tienen que cumplir las mismas normas elevadas de la UE. Por consiguiente, la reapertura de las negociaciones encaminadas a liberalizar el comercio con Mercosur, el grupo comercial latinoamericano, resultan totalmente inaceptables.”

La renta agraria de la UE sigue hundiéndose, afirman, bajando en muchos casos hasta los niveles de 1990, lo cual ha dado lugar a una reducción importante del empleo en un 25% en el sector agrario entre 2000 y 2009. La severidad de la crisis queda puesta de manifiesto con la manifestación de hoy de los agricultores españoles y de las cooperativas agrarias". “Para que el sector agrícola pueda contribuir mejor a la Estrategia 2020, debe dársele más peso a la Política Agrícola Común (PAC) para reforzar el papel de producción económica de los agricultores, de manera que se mantenga el empleo y la viabilidad económica de las zonas rurales. De lo contrario, se concentrará e intensificará la agricultura de la UE, y quedarán desiertas amplias zonas de tierras, aumentando el desempleo".

El presidente de la Cogeca, Paolo Bruni, ha declarado por su parte que “hemos presentado una serie de propuestas sobre la PAC para después de 2013, que se centran en la mejora del funcionamiento del mercado. También debe reforzarse el poder negociador de los agricultores en la cadena alimentaria. Una manera de lograrlo sería mediante la concentración de la oferta a través de las organizaciones de productores, particularmente las cooperativas. Por lo demás, también deben reforzarse las medidas que ayuden a los agricultores a ser más competitivos. Las ayudas directas pagadas a los agricultores y las herramientas destinadas a gestionar el mercado deben mantenerse durante el período posterior a 2013, de manera que los agricultores puedan hacer frente a la volatilidad de los precios, asumir el elevado coste de las normativas de la UE y afrontar los desastres naturales, como las recientes inundaciones de Polonia. Con la ayuda apropiada, la agricultura puede contribuir igualmente a combatir el cambio climático de manera significativa".