El consumo per capita de carne en Argentina se ha visto reducido a 56,56 kg/persona/año, frente a los 58,2 kg/persona/año que han consumido los uruguayos, según el Instituto Nacional de las Carnes de Uruguay. La reducción en el consumo argentino ha sido del 18,7% lo que ha motivado que Uruguay sea actualmente el país con un mayor consumo per capita de carne, fundamentalmente de vacuno.

La inflación, la caída del stock ganadero por las sequías y la disminución drástica de la actividad ganadera por el avance de la soja y el desaliento a las exportaciones se combinaron para que Argentina se baje del cetro que distinguía al país en el mundo.

Para el subsecretario de Agricultura de Argentina, Alejandro Lotti, este país podría recuperar sus niveles de consumo durante los próximos cinco años tras la recuperación de la cabaña ganadera y el establecimiento de un cupo de 400.000 t de carne para la exportación.

Otros factores que han ayudado a la reducción de la cabaña ganadera han sido la sequía vivida durante los últimos tres años y la extensión del cultivo de soja, que ha quitado hectáreas a los pastos destinados al ganado vacuno. Además, el alza en el coste de la carne, en torno al 40% durante este año, ha conllevado la reducción en la demanda de carne.