Los investigadores seleccionaron los aceites esenciales de canela y orégano ya que en estudios previos se habían obtenido compuestos que los mostraban como sustancias muy efectivas como antimicrobianos. En el caso de la canela, los vapores del cinamaldehído tienen una capacidad antifúngica muy potente. Dentro del orégano, el carvacrol y el timol son los compuestos más activos con características antimicrobianas.

Dentro del estudio utilizaron estas sustancias para inhibir el crecimiento de Listeria monocytogenes, Salmonella chloreraesuis, la levadura Candida albicans y el moho aspergillus flavus. En la investigación encontraron que los mohos y las levaduras eran más sensibles al aceite de orégano y canela que las bacterias. La canela fue la que más efecto tuvo frente al orégano.

Se llevaron a cabo pruebas con estos aceites formando parte de la formulación de plásticos a base de polipropileno (PP) y también PE/EVOH. El PP fue el tipo de plástico que mostró un mayor efecto antimicrobiano.

Como resultado, los investigadores encontraron una correlación entre la concentración de los compuestos y su alcance inhibidor. Sin embargo, también destacan que el momento en el que se obtiene la concentración es fundamental ya que para comprender los distintos comportamientos de los films, es necesario conseguir una concentración mínima de compuestos activos en el agar durante la fase expuesta al microorganismo.

La concentración de aceites esenciales de canela y orégano puede ser menor en el caso de los plásticos PP ya que su efecto es más rápido que en los de tipo PE/EVOH. Además del estudio se desprende que un incremento en la cantidad de compuestos utilizados no está relacionada directamente con un incremento del efecto antimicrobiano de los plásticos para envasado.

Por último cabe destacar que, dentro de la prueba sensorial, no se encontró ningún efecto contrario por el contacto del plástico con los alimentos.