Según ha indicado la Subdelegación del Gobierno, estos análisis se efectuaban con la finalidad de detectar en los animales posibles enfermedades, entre ellas la brucelosis. Tras una inspección en el establecimiento, se localizó una sala con material de laboratorio, tres muestras de sangre de animal vacuno y cuatro envases con reactivo de "Bucella Abortus"/Rosa de Bengala.

Las investigaciones comenzaron este verano, cuando se supo que en la comarca de Las Merindades se podían estar haciendo análisis a la cabaña ganadera de la zona para descartar enfermedades contagiosas. La Guardia Civil inspeccionó un comercio, cuya actividad es la atención y venta al público, pero que tenía un laboratorio de detección de brucelosis bovina. Fueron intervenidas las muestras de sangre encontradas, así como los envases con reactivos.

El Seprona ha enviado una denuncia al Servicio Territorial de Ganadería de la Junta de Castilla y León, por considerar los hechos una infracción muy grave de la Ley de Sanidad Animal. La ley obliga a que las pruebas de diagnóstico únicamente se realicen por laboratorios oficiales, quedando totalmente prohibida la tenencia de reactivos, venta y distribución, así como cualquier analítica clandestina que pueda interferir en la campañas de saneamiento ganadero.