Según ha informado el Instituto Armado en una nota, recogida por ep, el servicio se inició tras detectar a un vehículo isotermo que transportaba 55 piezas desde un secadero al que las autoridades sanitarias le habían retirado sus permisos. Así, agentes del Seprona, junto con los Técnicos de la Delegación de Sanidad de la Junta de Andalucía en Huelva, levantaron un acta por infracción a la normativa sanitaria de productos alimenticios.

Los hechos tuvieron su origen en un control de mercancía de productos perecederos, establecido por agentes de la Guardia Civil en la carretera A-492. De este modo, a las 12,15 horas del 25 de octubre, los componentes del Seprona observaron un vehículo isotermo que circulaba por esa vía, procediendo a inspeccionar su contenido, tras lo cual se comprobó que transportaba una partida de jamones y paletillas.

Por ello, una vez que se solicitó la documentación que amparaba a la mercancía, 29 jamones y 26 paletas de cerdo, los dos ocupantes del vehículo no pudieron aportar el registro sanitario. Así, sólo facilitaron documentación no relevante de los alimentos transportados, que en cualquier caso "no amparaba su legal trazabilidad", motivo por el cual se procedió a levantar acta de inspección.

Ante las dudas que esos alimentos suscitaron a los guardias civiles, éstos dieron a conocer el hecho a los técnicos de la Delegación de Sanidad, para determinar la legalidad y el buen estado higiénico-sanitario de la mercancía. Acto seguido, el vehículo isotermo, fue escoltado hasta su lugar de origen, en la localidad de Alosno, para su custodia e inmovilización. Allí, en una nave industrial, lugar desde donde habían partido los jamones, se completó la inspección, concluyendo que tampoco dicho secadero contaba con autorización sanitaria, ya que le había sido retirada anteriormente por las autoridades sanitarias. En este local no pudieron ser halladas más piezas de jamones, si bien se encontraron indicios de que había estado funcionando como local de secado.