Bajo el título de "El futuro en el negocio ganadero: cómo y dónde invertir", el presidente del Comité Organizador de Fima Ganadera, Miguel Ángel Díaz Yubero, ha hecho un repaso a la actual situación del sector agropecuario y su evolución en el contexto europeo. En su intervención, ha señalado la importancia de actuar de manera unificada entre la producción, la industria agroalimentaria y la distribución y se ha mostrado convencido de las posibilidades del sector.

Para Quintiliano Pérez Bonilla, del Consejo Asesor de la Subsecretaría del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, quien ha hablado de la legislación en el mercado UE, hay dos elementos claves para que la población pueda vivir: comer y respirar. Y, para ello, la ganadería juega un factor fundamental, porque si no existiera el sector primario, el mundo sería "sólo cemento". A su juicio, el negocio ganadero, como muchos otros, debe de ser rentable y seguir los principios de seguridad alimentaria. Esto responde a que se debe de asegurar a la población los alimentos en cantidad y en calidad. Por tanto, la ganadería y la agricultura son factores “estratégicos”. Sin embargo, desde la creación de la Europa Común, la realidad y las reglas del juego “han cambiado”.

El asesor técnico de Feria de Zaragoza y catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria, Carlos Buxadé, ha indicado que con las reglas que impone la sociedad actual “no vamos a ser capaces de responder a las necesidades de los mercados”. En su opinión, uno de los elementos que habrá que controlar de cara al futuro es el control del crecimiento de la población, así como la redistribución de los recursos y, por último, la aplicación de nuevas tecnologías a la producción pecuaria.

Buxadé ha considerado que en estos momentos “vamos en la dirección incorrecta” porque “estamos inmersos en un círculo vicioso”. En cuanto al caso español, España tiene dos grandes problemas a solventar: la producción y la comercialización. A su juicio, los factores básicos de cara al futuro responden a la aplicación de la legislación; actuar bajo la premisa de economía de escala; optimizar los factores producción y, por último, sustituir el capital humano por el capital tecnológico.

La jornada se ha cerrado con la intervención del consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, Gonzalo Arguilé. El titular aragonés ha recordado la importancia de la sanidad y la seguridad alimentaria. Arguilé ha recordado que, para ser competitivos, debemos introducir, gradualmente, elementos que aporten seguridad a los alimentos y abaraten los costes. Para Arguilé, lo importante es aunar bienestar y sanidad animal con seguridad alimentaria.