A causa de estos sucesos, la Federación Catalana de Industrias de la Carne (FECIC) ha solicitado amparo al Gobierno, según ha explicado el secretario general de la FECIC, Josep Collado. Los tres camiones atacados eran de empresas catalanas, dos de ellas afincadas en la comarca de Osona y otra en la del Bages.

El ataque más reciente tuvo lugar el pasado 7 de marzo y, mientras los jamones de la carga fueron rociados con el gasóleo del camión, el transportista, que trabajaba para la compañía Marcjoan Import Export, recibió una paliza por parte de quienes boicoteaban la importación de carne española a Francia. Los otros dos sucesos ocurrieron el pasado noviembre cuando el ataque afectó a dos camiones, uno de una firma de Osona y otra del Bages. Tras aquel primer ataque, la FECIC inició el envío de una serie de cuatro escritos al Ministerio de Agricultura en los que se solicitaba la intermediación del Gobierno español ante el francés para frenar esta escalada violenta contra los productos cárnicos de importación.

La FECIC ha informado asimismo de las pérdidas que ha supuesto para la industria cárnica esta situación, que Josep Collado sitúa en un 40%. Collado ha explicado que todo arranca "de un comunicado del sindicato agrario francés que decía que destruirían todas las importaciones de carne". "Esta protesta proviene de la limitación que existe en Francia para la producción propia, motivo por el que adquieren jamones en fresco de España para cocer", ha añadido el secretario general de la FECIC.

Josep Collado lamenta también que se ataque a camiones que, en muchas ocasiones, sólo atraviesan territorio francés para dirigirse a países como Alemania, Holanda o Rusia.